sábado, 8 de junio de 2013

Recuerdos Eternos


Me gusta observar el cielo, sus cambios, sus detalles dentro de su singularidad, de su belleza… y es que no hay cosa más bonita que ver una puesta de sol que con su calor que te ha dado un maravilloso día, se va para volver al día siguiente, se va dejando un rastro de su hermosura pintando el cielo de cálidos colores y transmitiéndote la esencia de su arte… se va, para dejar paso a la noche y poderte dejar deleitar con tus ojos otra maravilla que te espera en el silencio de la noche… para sentir su pureza.. su soledad.. la soledad que ha pasado durante mucho tiempo y con la que feliz se encuentra porque la ama y es que cada uno por separado es feliz siempre si tiene lo que ama… ella es feliz así aunque este acompañada de brillantes estrellas todas las noches… Es ella, la luna a quien con su blancura pacífica ignoras en noches acompañadas pero a la que buscas en noches de soledad y siempre encuentras, porque te calma y te relaja en esos momentos solitarios, en los que piensas cosas… y ella te hace olvidar todo y te transporta a otro mundo, a otro estado en el que olvidas todas tus preocupaciones, en donde no necesitas tu cuerpo… donde solo allí puedes sentir, ver, pasar momentos que solo tu quieres… quien puede que sea la que te transmite esa magia que muchos dicen ver en ti.. Esas noches son las más… especiales… esas en las que antes de que la luna te lleve allí, al sueño, no puedes parar de mirar al cielo, y que mientras con ilusión y ganas no paras de contar las estrellas sabiendo que nunca terminarás antes de caer en el hechizo de la luna… piensas en momentos de tu vida, en los que muchas veces durante ese recuerdo lloras… sin querer, al saber que quedaron en el pasado y que no podrás volver a pasar… llenándote de una gran tristeza comprensible… pero que al final sin más remedio llega un momento en el que entras en calma al consolarte diciéndote que todavía quedan momentos que más tarde añorarás, pero que también disfrutarás… porque la vida es así y trae consigo el tiempo que se lo lleva todo… y no puedes parar… pero él no sabe que esos momentos que quieres parar, esos recuerdos no se los puede llevar, ya que quedarán siempre en el recuerdo, en ti, y que cuando uno quiera podrá recordar o en sus sueños podrá volver a pasar, a sentir incluso, a llegar a emocionarse… porque los recuerdos, los especiales permanecerán siempre en tu alma antes y después de la muerte… haya lo que haya después de la muerte, que no sé lo que es, en otra vida si la hay, estarán, aunque no los recordemos, siempre estarán ahí y cuando inconscientemente los necesites vendrán a ti, a buscarte allí donde nada afecta, donde no necesitas nada, allí…. en tus sueños… para poder disfrutarlos una vez más…